Competencias de la secundaria: ¿Qué habilidades desarrollarán sus hijos en este momento?

Todos los escenarios exigen comunicación

Como parte de su educación secundaria, los alumnos pondrán en práctica las destrezas que les permitirán ejercer una comunicación oral y escrita adecuada a las necesidades de los múltiples entornos en los que pueden desenvolverse. Dependiendo de con quién hablen y del entorno en el que se encuentren, los jóvenes de esta edad adquieren una serie de destrezas comunicativas. Los alumnos ampliarán continuamente los análisis mentales culturales, sociales y contextuales que realizan en cada escenario. Sus procesos conversacionales serán más eficaces y útiles a medida que se involucren más en esto.

Utilizar las matemáticas para pensar

Los estudiantes de secundaria serán capaces de aplicar los conocimientos matemáticos que han aprendido a lo largo de su trayectoria académica para resolver problemas en escenarios reales, manejar diversos elementos numéricos, de medida, geométricos, etc. y ampliar su comprensión de los aspectos cuantitativos y espaciales de la realidad. También utilizarán habilidades de pensamiento para recabar información o resolver retos comunes. Dicho de otro modo, los jóvenes empezarán a utilizar lo que han aprendido en clase de matemáticas en un sentido más práctico, utilizándolo como herramienta para dar con una serie de respuestas prácticas y eficaces.

Reconocer su entorno

En la enseñanza secundaria, la percepción que los jóvenes tienen del mundo estará determinada por sus interacciones con la naturaleza y todas las cosas creadas por el ser humano. A la vez que buscan respuestas y conocimientos sobre los procesos sociales y los fenómenos naturales, estudiarán formas de preservar y mejorar las condiciones de vida, no sólo para sí mismos, sino también para otras personas y seres vivos. Cuando empiecen a investigar el mundo, aprenderán a moverse en él y a comprender su lugar en él. También entenderán mejor la evolución de la existencia y la actividad humana.

Utilizar la tecnología y los datos

Los preadolescentes y adolescentes serán capaces de comprender y utilizar sus habilidades para transformar sus estudios en conocimientos a lo largo de la enseñanza secundaria, incluso con su extraordinario dominio actual de la tecnología. Los alumnos aprenderán a encontrar, elegir y evaluar la información basándose en las fuentes de conocimiento, educación y comunicación a las que hacen referencia. Sabrán determinar mejor el valor de la información que aprenden y cómo aplicarla.

Armonía social

En el instituto, los alumnos aprenden a convivir y colaborar. Los jóvenes se implican en esta actividad, aceptan la responsabilidad de sus actos y toman decisiones sobre cómo comportarse en distintas situaciones sociales. Convivir con otras personas cuyas vidas difieren de las suyas también ayuda a los jóvenes a convertirse en pensadores más críticos y analíticos, ya que empiezan a comprender la variedad de puntos de vista con los que pueden encontrarse. Las personas toman la decisión de mantener conversaciones significativas con otras para negociar y llegar a acuerdos cuando su pensamiento se vuelve más sofisticado.

Ser capaz de aprender

La capacidad de aprender es el talento más importante que ha de poseer un alumno porque lo utilizará a lo largo de toda su carrera académica. Las destrezas en la escuela secundaria son una parte esencial de la educación, ya que a esta edad los niños son conscientes de sus propias capacidades intelectuales, emocionales y físicas. También saben qué tareas pueden realizar con facilidad y cuáles son un poco más difíciles. Conocerán tanto sus puntos fuertes como algunos de sus defectos, así como muchos de sus increíbles potenciales y habilidades. Serán capaces de equilibrar sus carencias y aprovechar al máximo todos sus talentos.

Autoconocimiento

Las competencias secundarias incluyen la enseñanza de la resolución de problemas y la reparación de errores. Los alumnos serán ahora capaces de calcular y asumir riesgos por sí mismos. Conocerse a sí mismos les permitirá controlar sus sentimientos, asumir como propias las tareas de acabado y cultivar la autodisciplina, la tenacidad y la responsabilidad. También será una oportunidad para que los jóvenes desarrollen su capacidad de autocrítica, emitan juicios basados en su propio criterio y defiendan esas decisiones en público.